La organización era dirigida por un ex-matrimonio de ciudadanos polacos, que si bien se encontraban separados, llevaban de común acuerdo el liderazgo de las actividades delictivas. El grupo estaba perfectamente estructurado y con tareas concretas para cada uno de sus integrantes. Estas tareas iban desde la sustracción de los vehículos hasta la alteración de los elementos identificativos de los mismos y su despiece, así como proporcionar material logístico, de venta y de transporte.
Las pesquisas condujeron a los investigadores a la identificación de todos los miembros de la organización, por lo que se inició la fase operativa. Esta ha concluido con el arresto de 18 personas en las localidades de Madrid, Torrejón de Ardoz (Madrid) y Seseña (Toledo).
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